El Parque Güell es otra de las grandes creaciones de Gaudí, un lugar donde la naturaleza y la arquitectura se dan la mano de forma mágica. Declarado Patrimonio de la Humanidad, es un icono de Barcelona.
Sus formas curvas, mosaicos de colores y estructuras inspiradas en la naturaleza convierten el paseo en una experiencia única. La famosa salamandra de trencadís recibe a los visitantes en la entrada.
La plaza central ofrece vistas espectaculares de la ciudad, rodeada por un banco serpenteante cubierto de mosaicos que es ya todo un símbolo.
El parque refleja la visión modernista de Gaudí, donde lo funcional y lo estético conviven en perfecta armonía. Un rincón de Barcelona que no deja indiferente a nadie.